martes, 31 de diciembre de 2013

Amanecer entre tus piernas en la ciudad de la furia

Toda una delicia:

lunes, 30 de diciembre de 2013

Alucinaciones infernales

Es muy fácil llegar a Buenos Aires, pero difícil salir. Los no-ricos quedan atrapados en la jaula por no tener montañas de dólares (que no pesos); los no-pobres por faltarles los cientos de horas que hacen falta para alejarse.

Encerrada aquí, a más de 40 grados de sensación térmica, me refugié en la Reserva Ecológica Costanera Sur,
entre bosques de alisos que al acercar la oreja a su tronco parecen transportar torrentes de agua,
mburucuyás que al tragarlas te adormecen,
curupís que arrojan leche pegajosa,
lunas llenas que mes a mes asoman como voyeurs por el río-mar de la Plata a ver cómo manos suben faldas, arañan muslos, estiran bragas para abrirse paso, entrar y mojarse en agitadas lagunas, bañadas de olas ruidosas de placer que se camuflan entre el croar de las ranas, el canto de las chicharras y el aleteo acelerado de búhos, murciélagos y atajacaminos.

domingo, 29 de diciembre de 2013

Delirium tremens (ola de calor)

Décima madrugada a 32 grados en Buenos Aires.
Amanece a 14 grados bajo cero en Moscú. 
Mi cuerpo respira, transpira, da vueltas, insomne.
Saca una botella de vodka del congelador.
Abro la boca.
Vierte un trago helado.
Trago.
Vierte más vodka, demasiado, demasiado rápido.
Desborda mi boca, los labios agrietados de sed.
El chorro de vodka no cesa.
Al levantarme corre mentón abajo, pringando salientes y recovecos oscuros, muslos, tobillos.
Me mira.
Meada de vodka, digo, río, tiemblo.
Se desnuda, se aleja del frío, rumbo al infierno de rodillas.
Me abro, quemo, jadeo.
Una y otra ola de calor.

viernes, 27 de septiembre de 2013

Zurita, por Zurita

Como en un sueño, cuando todo estaba perdido
Zurita me dijo que iba a amainar
porque en lo más profundo de la noche
había visto una estrella. Entonces
acurrucado contra el fondo de tablas del bote
me pareció que la luz nuevamente
iluminaba mis apagados ojos.
Eso bastó.
(...)
Raúl Zurita, poeta chileno.

Fellatio, de Raúl Zurita

¡Al que se mueva le aceito el culo a bayonetazos!
La puta que los parió…
La arenisca del suelo se me enterraba en la boca
y se escuchaban voces por los altoparlantes.
De pronto tocaron la canción nacional.
Esta es la canción nacional de Chile no de Cuba mierdas, gritó, mientras
me levantaba a patadas.
El viento me dio en la cara y vi a los otros.
La bandera se iba elevando al frente. Pensé: sólo
es un trapo, pero no era un buen momento para discutirlo.
Canté la canción nacional y quise que no acabara nunca.
Cuando terminó nos taparon la cara con nuestros propios sacos y nos
hicieron correr entre dos filas
de soldados.
Mientras caía se me desprendió el saco y vi el último culatazo.
La punta de la culata me rompió los dientes y penetró en mi boca.
La vi mientras se venía y luego el resplandor del golpe.
Mi amiga se la chupaba a un amigo y fue duro.
Amargas fellatio las del amanecer.
Raúl Zurita, poeta chileno.

Mi amor se ha quedado pegado a las rocas al mar y a las montañas


"Todo mi amor está aquí y se ha quedado pegado a las rocas al mar y a las montañas", se lee en el Memorial del detenido desaparecido y el ejecutado político en Santiago de Chile, erigido en memoria de las víctimas de la dictadura militar de Augusto Pinochet entre 1973 y 1990.

La frase fue escrita por el enorme poeta chileno Raúl Zurita, a quien anoche tuve la suerte de escuchar recitando este y otros poemas:

(...)
Ay amor, quebrados caímos y en la caída
lloré mirándote. Fue golpe tras golpe, pero
los últimos ya no eran necesarios.
Apenas un poco nos arrastramos entre los
cuerpos derrumbados para quedar juntos,
para quedar uno al lado del otro. No es duro
ni la soledad. Nada ha sucedido y mi sueño
se levanta y cae como siempre. Como
los días. Como la noche. Todo mi amor está aquí
y se ha quedado:
- Pegado a las rocas al mar y a las montañas.
- Pegado, pegado a las rocas al mar y a las montañas.
- Recorrí muchas partes.
- Mis amigos sollozaban dentro de los viejos galpones de concreto.
- Los muchachos aullaban
- Vamos, hemos llegado donde nos decían -le grité a mi lindo chico.
- Goteando de la cara me acompañaban los Sres.
- Pero a nadie encontré para decirles 'buenos días', sólo unos brujos
- con máuser ordenándome una bien sangrienta.
- Yo dije -están locos, ellos dijeron - no lo creas.
- Sólo las cruces se veían y los dos viejos galpones cubiertos de algo.
- De un bayonetazo me cercenaron el hombro y sentí mi brazo al caer
- al pasto.
- Y luego con él golpearon a mis amigos.
- Siguieron y siguieron, pero cuando les empezaron a dar a mis
- padres corrí al urinario a vomitar.
- Inmensas praderas se formaban en cada una de las arcadas, las
- nubes rompiendo el cielo y los cerros acercándose.
- Cómo te llamas y qué haces me preguntaron.
- Mira tiene un buen culo. Cómo te llamas buen culo bastarda chica,
- me preguntaron.
- Pero mi amor ha quedado pegado en las rocas, el mar y las montañas.
- Pero mi amor, te digo, ha quedado adherido en las rocas, el mar y las montañas.
- Ellas no conocen los malditos galpones de concreto.
- Ellas son. Yo vengo con mis amigos sollozando.
- Yo vengo llorando. Fumo y pongo con los chicos.
- Es bueno para ver colores.
- Pero nos están cavando frente a las puertas.
- Pero todo será nuevo, te digo, oh sí lindo chico.
- Claro- dijo el guardia, hay que arrancar el cáncer de raíz,
- oh sí, oh sí.
- El hombro cortado me sangraba y era olor raro la sangre.
- Dando vueltas se ven los dos enormes galpones.
- Marcas de T.N.T., guardias y gruesas alambradas cubren sus vidrios
- rotos.
- Pero a nosotros nunca nos hallarán porque nuestro amor está pegado
- a las rocas al mar y a las montañas.
- Pegado, pegado a las rocas al mar y a las montañas.
- Pegado, pegado a las rocas, al mar y a las montañas.
- Murió mi chica, murió mi chico, desaparecieron todos.
                      Desiertos de amor
(...) 

jueves, 26 de septiembre de 2013

Cruz

Que nadie me venga con que no siente el trato obsceno de la ciudad, que nadie me diga que no sufre por no poder saludar a todo el mundo por la calle, no me digan que no es estúpido encontrarnos a diez centímetros del rostro de otro ser humano en el subte y que lo normal sea que nuestras miradas no se perciban. Nadie me diga que se ha acostumbrado a esta soledad en estado automático.

Felo Torre

Cara

En días de mierda como hoy,
en los que lágrimas mojan mis mejillas plop plop plop plop plop plop plop mi mano zurda plop plop plop plop mi muslo plop plop antes de desaparecer en el asiento acolchado del vagón de subte,
me alegro alegro alegro
de que mi llanto pueda pasar desapercibido entre personas que viajan pegadas a mi cuerpo, pero tan ajenas a él.

jueves, 12 de septiembre de 2013

Atracón de Madrid en Buenos Aires


Ya tenía un botellín en la mano, pero acepté otro. Y otro. Y otro. Mahou. Periodistas con acento madrileño. Croquetas. Jamón. Gambas. Barbas y patillas madrileñas. Joder, mola, tío, coño. Otra ronda. Por las venas se mezclaba la cerveza helada con el cosquilleo de risas, miradas, codos en la barra, bailes, manos que se iban y volvían y besos de dos en dos. Salí corriendo del último bar y Madrid se desvaneció. La excitación, no.

El cuento de la lechera explotado en los morros

Felicidad.
Ataque de risa.
Alegría malévola al ver los discursos politicos de la recuperación de esa España olímpica asesinados atrozmente, sin contemplamientos, a la primera, antes incluso que Estambul.
Fue imborrable compartir una fiesta -con mahous y jamón ibérico- observando a escasos metros a todos los que habían venido a sacarse la foto con el cuento de la lechera explotado en los morros.

viernes, 6 de septiembre de 2013

La abuela Marito



en breve a los mandos de una rotisería española en Villa Ortúzar (Buenos Aires).

(love)

Madrid 20020


Hace años que ya sabemos que los Juegos Olímpicos no se deciden por los informes que se presentan al COI ni por la opinión pública, sino por papelitos verdes y morados. Aún así, para dejar claro que no tiene ni la más mínima influencia lo que publiquen los medios internacionales sobre la candidatura de Madrid -20020 según el logo de las chancletas-, el miércoles salieron los valientes Bottle and White, Blanco y en Botella, a responder a los periodistas a pecho descubierto (sin pantalla de plasma delante, como el jefe).

La Bottle llegó a Buenos Aires el sábado. La primera rueda de prensa fue ayer, miércoles. Según su jefe de prensa estuvo ensayando. Ajá. Por eso cuando le preguntaron sobre el 27% de paro de España, contestó que el 90% de las infraestructuras ya están construidas (¿quería tranquilizar al periodista asegurando que casi nadie va a conseguir curro con esto de las Olimpiadas y podrán seguir bajando sueldos?)

Blanco, que nos lleva representando desde 2005 como presidente del Comité Olímpico Español, intentó que le repitiesen una pregunta diciendo: "Not listen the ask". Y olé. Y olé. Y olé. 

Creo que se lo van a dar a Madrid y a sus Juegos publicitados con el leit motiv papal de la austeridad y el realismo de los nuevos tiempos, pero no será porque nuestros representantes no hayan hecho méritos en público para evitarlo. Por desgracia, la contabilidad B la manejan mucho mejor. 


Taipei! Kawai!

David anda por Tapei entre chicas andróginas con gafas de pasta y pantalones braga, vecinos zombies que esperan a escuchar la señal para bajar la basura, carteles de policía en versión manga, ciclomotores, mascarillas, sombrillas y miles de puestecillos de comida barata y deliciosa.

Es una auténtica delicia leerle y descubrir Taiwán a través de sus ojos (y sus fotos):

Retratada por Superman

El fotógrafo:


La fotografiada:





Los dos:

lunes, 26 de agosto de 2013

Del dolor al placer


Rodear con las manos aún congeladas una taza humeante de café recién hecho. Olerlo cerrando los ojos. Dar el primer sorbo. Resucitar.

Del placer al dolor


Recorrer en bici los 13,5 kilómetros que distan de casa a la redacción a 1,5 grados, con viento sur y sin guantes.

sábado, 17 de agosto de 2013

Ni una sola palabra de amor

Las grabaciones de voz olvidadas en la cinta de un contestador fueron convertidas por El Niño Rodríguez en un corto delirante:


martes, 13 de agosto de 2013

Cocinando

Entre fogones contra el insomnio


Mezclas nocturnas


Acostarme con uno,
continuar la noche con otro,
amanecer entre los dos.

Rituales de sushi

En esos confusos meses en blanco
no habría sobrevivido
sin nuestros rituales de sushi
bombones
y vino blanco
sobre vuestra mesa roja

atraída por
tu silencio roto
tu piel casi transparente
tus pies descalzos
tus manos cerca,
tu marido lejos.

Placeres argentinos


Morder una pastilla de chocolate
y sentir cómo se te llena la boca de dulce de leche.

mmmmmmmmmm...

domingo, 28 de julio de 2013

Silencio

sábado, 27 de julio de 2013

Tortura

Después de ocho horas ininterrumpidas viendo y oyendo al Papa en todas las teles de la redacción, estoy dispuesta a confesar lo que sea.

León Ferrari taladra la papamanía non stop


Se apagó el artista León Ferrari a los 92 años y las televisiones argentinas dejaron por unos minutos de televisar en directo cada paso de este maravilloso papa austero, moderno, cercano, rebelde, casi punk para poner el foco en ese blasfemo al que Francisco criticó años atrás.

El santo padre adorado hasta el desmayo en las playas de Brasil condenó en 2004 que las vírgenes embotelladas y made in China y cristos crucificados en bombarderos yanquis de Ferrari se expusiesen en un lugar financiado con fondos públicos, olvidándose -sin querer, claro- criticar también las subvenciones del estado laico a la iglesia católica. Unos pocos, católicos radicales, se cargaron algunas de sus obras; unos muchos hicieron filas eternas para entrar a ver la exposición.

Además de provocar (como recuerdan por aquí y por allá) y ganar bienales, Ferrari fundó el numeroso "Club de impíos, herejes, apóstatas, blasfemos, ateos, paganos, agnósticos e infieles" y pidió al papa la abolición de los infiernos.

Polvo.

Grupo Mondongo

Los colonizadores españoles recibieron oro y plata a cambio de espejitos de colores. Invirtiendo el intercambio colonial, siglos después, los argentinos Mondongo enviaron a la familia real española (retratos de) espejitos de colores y recibieron euros.

De esa historia escuchada y leída -sin pruebas gráficas encontradas en un googleo rápido- el Grupo Mondongo ha ido saltando después a escenas pornográficas de grandes dimensiones hechas con oreos y otras galletitas;

pervirtiendo bosques de lobos y caperucitas con plastilina;

y retratando a Maradona con cadenitas de oro, al Che Guevara con balas y a Evita con panes.

Ahora andan en el Mamba con paisajes circulares de plastilina en los la naturaleza exhuberante y a la vez inquietante de Entre Ríos después de una inundación. Árboles gigantes con ramas rotas y vencidas en el suelo, sobre las que se superponen nuevas vidas, nuevos brotes buscando el sol; túneles asfisxiantes de raíces y ramas; y lagunas que miran al infinito. 


Me provocaron una interesante mezcla de paz y escalofríos.
  

lunes, 8 de julio de 2013

Hasta siempre, compañero


Le reenvié dos correos sin saber que sus ojos cerrados nunca podrían leerlos. Casi no le conocía, trabajaba desde casa; desde la distancia también, peleaba como nadie para que los jefes no pisotearan nuestros derechos laborales.
Tuvo que morir para que me enterase que además era el maestro de generaciones de periodistas deportivos, que había escrito cuatro libros, que había recorrido el mundo Mundial tras Mundial, que era un excelente asador y un gran amigo.

Hasta siempre, Enrique.

Mendiga voz


Y aún me atrevo a amar
el sonido de la luz en una hora muerta,
el color del tiempo en un muro abandonado.

En mi mirada lo he perdido todo.
Es tan lejos pedir. Tan cerca saber que no hay.


Alejandra Pizarnik

Placeres mínimos XX


Con un sindrome de abstinencia tremendísimo de bares madrileños, de barras largas, bulliciosas y superpobladas, de ver tapas, cañas, vinos y vermuts circulando ininterrumpidamente,

entrar por primera vez en la Esperanza de los Ascurra, correr a sentarme sola a la barra, pedir una caña y beberla saboreando una tapa de queso manchego.

La tapa era minúscula, la cerveza no estaba bien tirada, pero el chute fue lo suficientemente real para provocarme una sobredosis de felicidad.

Como todo yonqui, ahora sólo pienso en volver y volver y volver y compartir la nueva droga con el pirata.
 

domingo, 7 de julio de 2013

Historias reales para no dormir

Los demás policías se robaban el dinero para la comida de los presos y les daban sólo agua y polenta. Ella se negaba a hacer lo mismo. Una noche en la que era su turno la llamó uno de los seis presos (que estaban en su comisaría). "Tomá, nos las han dado tus compañeros y nos han dicho que hagamos con vos lo que queramos. Pero vos siempre te portaste bien con nosotros y además, si nos escapamos nos van a matar", le dijo, entregándole las llaves de las celdas.
Parte de la entrevista con E. Font, criminólogo de la provincia de Santa Fe.

Auto vídeo porno casero


Un deseo turbio y caliente cubre mis dedos en la oscuridad,
con su pie sus piernas sus muslos en la retina,
sus jadeos penetrándome los oídos,
mientras la imagen se funde a negro y él a blanco.

(Gracias por el regalo.)

sábado, 6 de julio de 2013

Un biodigestor para la huerta terracera


A la espera de que vaya acercándose la primavera y aumente el trabajo en la huerta terrazera, andamos pensando en armar un biodigestor. Cualquier experiencia compartida será bienvenida.

Buscando por Internet es fácil encontrar una larga colección de frikis enseñando cómo hacer biodigestores  caseros:







Deseo invernal

Medias que empiezan un centímetro debajo de donde acaba la minifalda.

Perras sedientas


Club de mantis' nite out. Nos lo bebimos/fumamos/bailamos todo. Perras sedientas de noche.

Pesadilla de filas infinitas


- Hola, ¿esta es la fila para entrar al festival de música?
- No, esta es la fila para que te den la entrada.
- ¿Pero no es gratis?
- Sí, pero hay que hacer fila porque tenés que tener entrada para poder entrar.
Whattttt?

**

- Quiero 250 gramos de muzzarella.
- No, señora (aaaaarrrggghhhhh), aquí despachamos fiambres.
- Pero si los quesos están ahí mismo  (señalo). ¿No me podría dar un trozo?
- No, señora. (la vena del cuello empieza a hinchárseme) ¿De dónde sos?
- De Barcelona
- Ah, qué lindo. Mirá, para los quesos debés hacer esa fila, para la carne la de la derecha, el pollo allá y al fondo hacer fila para pagar y que le den las bolsas.
Ufffffffff.

**

- Le hago una consulta, señorita, está haciendo fila?
- (con la voz más categórica que encuentro) No, porque sólo somos cuatro.
- (la desconocida alza la voz para que la oigan todos) Ya, pero mejor vamos a formar una fila para cuando abran la taquilla.
(Ruido instantáneo de pies alineándose)
Socorroooooo.

**

- Buenos días, ¿para tramitar el permiso de residencia de mi hijo? Tengo cita previa.
- (cancerbera de Migraciones) Bueno. Debe hacer fila acá (+ o - 400 personas) para que le tomen los datos biométricos, luego fila allá para pedir turno para la ventanilla del sector D (+ o -10 personas) , donde tiene que esperar a que aparezca su número en pantalla (+ o - 20 personas). Si aprueban su solicitud, al fondo está la fila para las cajas (+ o - 30 personas) y cuando tenga el recibo, regresa al sector C para que se la tramiten (+ o -20 personas).
- (calculo, tiempo aproximado: cuatro horas) Pero P. (jefe de sección de Migraciones) me dijo que no hacía falta que hiciese esta fila.
- Ah, si se lo dijo P. pase por aquí...

- (funcionaria) Le falta el certificado policial.
- Pero si vive en el mismo domicilio que yo, el que aparece en mi permiso de residencia y en ,o DNI argentino.
- Si no tiene el certificado policial no le puedo completar el trámite.
- P. me dijo que si surgía algún inconveniente que hablasen con él.
- Ah, espere...
(se levanta)
(vuelve)
- Puede traer el certificado en el plazo de diez días. No hace falta que haga fila, me lo trae directamente a mí.

Síííííííííííííííííííííííííííííííí

(Me jodió, pero ante semejante pesadilla, no pude resistirme)

Caminando por un cuento de Edgar Allan Poe


La camaleónica Buenos Aires, disfrazada hoy de Londres:



sábado, 29 de junio de 2013

Memorias de la piel (Tokio)


De día, (uno de los muchos) Tokio = millones de cubitos de hielo moviéndose juntos, muy juntos por la cinta transportadora - o "me-te-ro"- en absoluta soledad.
De noche, (uno de los muchos) Tokio = esos cubitos de hielo derritiéndose en abrazos maratonianos, ávidos de compañía.

Placeres mínimos XIX


Abrazar pirómanamente.
Abrazar sorbiendo soledades, emborrachando pieles, entregándome toda.
Abrazar sólidamente, construyendo confianzas y amistades.
Abrazar abriéndome, dejándome hacer, dejándome beber, dejándome decir.
Abrazar cerrándome, para que la poesía de Pizarnik me duela menos, menos me duelan sus manos azules apretándome la garganta, su boca oscura mordiéndome el corazón, sus puños lilas violentándome.

domingo, 23 de junio de 2013

Despertar en casas ajenas


Es fascinante la idea de mudarse a otras casas, suplantar la identidad de desconocidos, vestirse con sus ropas, dormir en sus camas, abrir su nevera, leer sus libros...

Se pueden seguir los pasos del protagonista de la espectacular Hierro 3, pero facilita las cosas permitir que los demás hagan lo mismo en la nuestra, como proponen las webs de intercambio que recopila Yorokobu en este artículo:

Happy Hamlet
Craigslist 
Knok
My Twin Place
Intercambio Casas
Home for Home
Home Xchange Vacation
IntercambioDeCasa

Aún así, nada como quedarse en casa de amigos (y recibirlos en la tuya)
o, para vivir aventuras, complicidades, amores y pesadillas, couchsurfear.

Pizarnik, hija del viento


(Olmos elogia "Incendiario", libro de poemas de Bárbara Butragueño imposible de encontrar a este lado del charco, pero a su "todo muy inmejorablemente Alejandra (Pizarnik)" debo el descenso al infierno de esta gran poeta argentina en el que me consumo desde hace noches)

Pido el silencio/mi historia es larga y triste como la cabellera de Ofelia

Era azul como su mano en el instante de su muerte. Era su mano crispada, era el último orgasmo. Era su pija* parada** como un pájaro que está por llover, parada para recibirla a ella, la muerte, la amante (o no).

Quisiera hablar de la vida./Pues esto es la vida,/ este aullido, este clavarse las uñas/en el pecho, este arrancarse/la cabellera a puñados/este escupirse

Sin ti/el sol cae como un muerto abandonado

Un adiós es tu vida./ Pero tú te abrazas/como la serpiente loca de movimiento/que sólo se halla a sí misma/porque no hay nadie.

Me alimento de música y de agua negra. Soy tu niña calcinada por un sueño implacable.




*pija=polla
**parada=erecta


La foto es de Vagina bubbles from hell

Ave migratoria

Buenos Aires. 7.20 horas. 2,8 grados.

Arrastrada
entre pies acelerados,
cabezas gachas,
manos en los bolsillos,
bocas tras las bufandas,

sonrío

soñándome golondrina
rumbo a latitudes más cálidas.

Juegos de prospectiva

"La revista que más se vendió el mes pasado en Argentina fue 'Tortas', señores, 'Tortas', 900.000 ejemplares. ¿Qué puede significar eso? ¿Puede ser que está creciendo la cantidad de gente que necesita hacer tortas, pasteles, muffins para ayudar a su familia a llegar a final de mes?", lanza en voz alta Claudia Acuña, mujeraza de coco y ovarios impresionantes, cabeza visible de la cooperativa de comunicación La Vaca, entre otras muchas cosas.

"En los últimos meses se acercan más personas al basural, está aumentando el 'cirujeo' (buscar en la basura comida, cobre, hierro, cables, cartones, vidrio y lo que se tercie)", explica Lalo Peret, niño 'ciruja' desde los ocho años -como sus padres, como sus abuelos-, adolescente obrero cooperativista, adulto formador/mediador en la cárcel contigua al basural de José León Suárez, el más grande de la periferia de Buenos Aires, donde cada tarde más de mil personas se lanzan a una carrera contra el hambre.

"Ha sido un verano malísimo. Las noches han sido flojísimas en el restaurante", se lamenta Carla, amiga copropietaria de La Siesta, garito pionero en la comida verde y sana del barrio porteño de Villa Ortúzar.

lunes, 17 de junio de 2013

Estany de Vilaüt

L'Empordà no pot entendre's sense la tramontana,

que inclina pins fins arran de terra,
seca tots els paisatges que toca,
s'emporta lluny les paraules 
i obliga a refugiar-se
per no embogir...

un d'aquests refugis és l'aguait de l'estany de Vilaüt,
un silenciós i desert amagatall de fusta
on les hores passen lentament 
observant i escoltant
fotges, ànecs de coll verd, arpelles, bernats pescaires i gavines, entre molts altres ocells que donen vida als increibes aiguamolls de l'Empordà.


La pau d'aquella tarda de vacances, compartida amb el meu germà, torna ara en mig de la bogeria de Buenos Aires.

domingo, 16 de junio de 2013

La tormenta perfecta


El deseo aplazado de rayos, truenos y Ricardo torrencial reapareció -con más fuerza aún- bajo la ducha matutina y fue fermentando entre idas y venidas por Madrid, hasta estallarme en los morros de noche en el japo de Echegaray.

De ahí a su casa sólo recuerdo cómo sus besos caricias miradas susurros agarrones tironesdepelo me iban empapando el coño -sin bragas bajo el vestido blanco-, mojándome también los muslos, erizándome la piel, fulminándome de deseo mientras esperábamos un metro que no llegaba,

y después, en su cama ya, con dos gintonics casi sin probar, penetrada por todos lados, doblepenetrada al unísono con su polla y sus juguetes, enloqueciendo de placer en sucesivas oleadas, mirada, deseada, salvaje, incapaz de dormir, de detenerme, de decir que no a nada, de no volver a traspasar las paredes con gemidos al correrme unaaaaaahahhh vez síiiiiiiii máaaaaaaaaaaaas...

dejándome arrastrar por la furia de una tormenta perfecta,
que en las horas siguientes arrasó también el salón y amenazó con romper la impresora 3D casi lista, los botellines de la futura Txomin y toda caja con cachivaches que encontró a su paso.

En algún momento logramos quedarnos dormidos para volver a buscarnos poco después, chuparnos, follar, gritar, desayunar, follar más, sin dar crédito a cómo las agujas del reloj avanzaban a semejante velocidad, corriendo tarde a citas varias y reencontrándonos a medianoche para volver a abalanzarme sobre él, él sobre mí, llenar de besos la ensalada, sentir su mano caliente en mis muslos aceleradamente desnudos, resbalar juntos por el sofá, reír y gozar más allá de todos los límites posibles...

Desperté en la oscuridad, con el cuerpo resucitado y muerto a la vez,  atravesado por el dolor y el placer, y fue imposible no empezar a lamerle, violarle aún medio dormido y seguir, ya más despiertos, apurando hasta el último sorbo, antes de correr a la estación de autobuses y despedirnos como tontos en el andén.

Primeros rayos

Un tirón de pelo.
Segundos nomás. Ni demasiado fuerte, ni demasiado suave, sino con la intensidad precisa para provocarme una descarga eléctrica y arrancarme un ahogado gemido de placer. ¿Pero cómo coño sabe...?
Superada la sorpresa, mis neuronas volvieron a registrar la cumbia, las caderas a bambolearse entre ocho manos, la boca a enroscarse con otras al ritmo del casette... durante tiempo suficiente para quizás dudar si me lo había inventado... y sentir entonces cómo sus dedos volvían a cerrarse sobre mis rizos y una segunda descarga eléctrica me dejaba muy claro que no. Desnúdame y fóllame ya. Pero ya. Yaaaa.

Siguió la música, los roces, los besos compartidos, mientras mi coco retrocedía a la calle para rescatar el primer rayo, la primera señal de la tormenta que se avecinaba: su mirada, clavada en mí, desordenándome ya sin haberme tocado aún.

...

A veces, hasta un cielo mordoriano se queda de pronto sin nubes, más aún en primavera, y algo así pasó esa noche, en la que se escapó y me fundí en otros brazos, entre otras piernas; y mientras él pedaleaba de vuelta a casa, yo subía, bajaba, jadeaba y me corría feliz en una noche vuelta inesperadamente soleada.

Hechicero

Rodeado de pucheros, brebajes,
botellines y copas en los que vertirlos,
un hechicero
volvió a abrirme las puertas de su casa y de su cocina, embrujadas con una mezcla de libertad, carnalidad y felicidad contagiosa, palpable en sus múltiples y amados invitados,
que entran y salen,
se besan y acarician,
beben, bailan y charlan
alrededor de una mesa de madera llena de transformaciones alquímicas.
Dentro de sus paredes, se suceden conversaciones ideas sueños orgasmos de una habitación a otra
Fuera, las calles de Madrid se convierten con él en un laberinto de historias susurradas
sobre conventos con novicias poseídas por confesores para ser desposeídas del diablo (San Plácido),
reyes promiscuos (Felipe IV en cabeza),
hilanderas mitológicas, familias disfuncionales, tetas y orgías (El Prado),
iglesias de gran belleza oculta (de los alemanes),
escaleras que ascienden a azoteas con vistas inesperadas (secreto) y descienden a maquetas increíbles de la ciudad preborbónica (Museo de la ciudad de Madrid), entre otros.


Mil gracias por tanta generosidad.

lunes, 6 de mayo de 2013

Quemaduras

Me arrojé agua hirviendo (con eucaliptus) sobre la rodilla. Una olla entera. Dos de la madrugada.
El miedo es mucho más fuerte que el dolor. Kim dormía a pocos centímetros. No grité. Ni siquiera sentí que me había abrasado hasta que estuve segura de que el agua no había llegado hasta él.
Entonces sí. Bajo la ducha estalló el dolor. Saltaron lágrimas. Quejidos. Se ennegreció la piel. Se hinchó como un pez globo.
Agua fría y varias capas de clara de huevo después, la quemadura se cuarteó y (un poco)(algo)(casi nada) logré dormir.

Al día siguiente ya, protocolo médico:
Desnudarse, agua con jabón, gasas con furacín, vendas con esparadrapo, vestirse.
Desnudarse, agua con jabón, gasas con furacín, vendas con esparadrapo, cama.
Más agua enjabonada, más gasas, más vendas.
Más vestirse, más desnudarse.
Más dolor.
Más picor.
Dos semanas.

Cicatrizada, cual serpiente, cayó esa piel y apareció una nueva. Rosa. Suave. Hipersensible. Fotofóbica. Necesitada de cuidados, de protección extraordinaria, de oscuridad.

Y si en vez de quemarte la rodilla te quemas el corazón. ¿Cuánto tarda en cicatrizar? ¿Qué necesita?

Hola 2013! Aquí estoy, recuperándome.