sábado, 20 de octubre de 2012

Bautismo de tango

Un, dos, tres, cuatro, cinco, seis y siete.
Un oooooooocho hacia un lado y otro oooooooocho hacia el otro.

"Esa es la teoría, pero a menudo hay otras parejas y no queda espacio, así que el hombre tiene que improvisar. Tú no pienses, siente mis movimientos y déjate llevar", escuché de los labios de un bailarín convertido en profesor. Siiiiiiiiiii, tremendo placer ser sólo mujer, sólo cuerpo, y danzar danzar danzar...

Pasaron nueve meses hasta que bailé por primera vez tango en Buenos Aires. Fue en La Viruta, la milonga que hay en el Centro Cultural Armenio, rodeada del pirata, amigos y culos asombrosos.

Entre su cuello y sus manos

Cuesta creer que ya ha pasado una semana,
cuando aún es tan fácil cerrar los ojos y volver a danzar en el infierno con ellos, entre ellos, con la boca entreabierta sobre el cuello de ella, tibio y dulce, y los colmillos suplicándome permiso para morderlo y darse un festín de sangre, y el resto de mi cuerpo a merced de las manos de él, llámandolas, gozándolas y chillando que lo recorran violentamente sin dejar de danzar.


En El Living, entre videoclips de los 80s.


miércoles, 10 de octubre de 2012

Texturas entremezcladas


jueves, 4 de octubre de 2012

Las palabras (Octavio Paz)

Dales la vuelta,
cógelas del rabo (chillen, putas),
azótalas,
dales azúcar en la boca a las rejegas,
ínflalas, globos, pínchalas,
sórbeles sangre y tuétanos,
sécalas,
cápalas,
písalas, gallo galante,
tuérceles el gaznate, cocinero,
desplúmalas,
destrípalas, toro,
buey, arrástralas,
hazlas, poeta,
haz que se traguen todas sus palabras.

Octavio Paz. De su libro Libertad bajo palabra.
Dedicado a mi queridísimo cocinero de contigoajoycebolla